Autor/es: Alf Castellano y Edu William No nos damos cuenta, porque somos parte del cambio. Estamos dentro del mismo, en su inercia. En nuestros cómodos roles. Sabemos que la cosa no va bien, pero tenemos miedo ante lo desconocido. Llamamos crisis a algo que no conocemos, y esperamos que de alguna forma se resuelva. Somos egoístas porque no lo reconocemos: sólo pretendemos gestionar nuestra crisis, nuestro declive, con un mínimo impacto personal para nosotros. Pero íntimamente sabemos que no es sostenible.
La Sociedad ya lleva tiempo dando claros síntomas de transformación. Y no, no empezó ayer, ni el año pasado, ni el anterior. Ni se solucionará mañana, ni el próximo año, ni el siguiente.
Transformación implica cambio radical. De comportamiento, de dinámicas, de roles, de modelo.
Esto hace que las soluciones actuales, las que conocemos, no dan respuesta a los nuevos problemas. Debemos gestionar diferente. Debemos cambiar. Y nosotros primero. Pero no es fácil. No, no lo es….porque, sobre todo, da miedo. Y el miedo, genera parálisis.
Cada cierto tiempo, las Sociedades se transforman. Es parte de la Humanidad. Nos puede tocar vivir períodos estables, o revueltos. Las revueltas de los siglos pasados, que nacían para transformar y modernizar nuevas dinámicas sociales, ahora son revueltas económicas. Es la economía la que marca las dinámicas reales actuales, y es desde la transformación de los modelos del Mercado como se tiene que dar respuesta: las revoluciones del siglo XXI deben labrarse desde la emprendeduría y las manifestaciones se deben hacer en el Mercado. Aplicando la frase de Wendell Phillips, “las revoluciones no se hacen: llegan”.
Sirva ésto como introducción a nuestro análisis del modelo económico turístico actual: estamos en una Revolución Turística.
Revolución porque implica que estamos “sufriendo” transformaciones, cambios radicales, en poco espacio de tiempo, ante los que debemos saber adaptarnos para lograr renacer la industria turística y hacer nuestra posición de liderazgo sostenible. Los cimientos del Modelo Turístico tal como lo conocemos, están cambiando. Estas transformaciones son dolorosas en algunos casos. Pero, sin duda, menos dolorosas que las consecuencias de no ser capaces de adaptarnos a las mismas.
La revolución, la transformación, nace del propio mercado, de la Demanda, de actores “incontrolables” que son quienes dan forma al nuevo escenario turístico. Porque el Mercado, la Demanda, ya ha empezado a adoptar los nuevos valores que caracterizan a la Nueva Sociedad. Esa que se ha venido en llamar, Sociedad Red. Valores que están muy lejos aún de aplicarse en la Oferta, que sigue manteniendo valores propios de la Sociedad Industrial, y que no hacen más que generar una gran ruptura en el Mercado. A esa ruptura, a ese navegar en dos autopistas distintas, lo hemos llamado crisis. Y no es una crisis, es una revolución. Porque hay actores nuevos que retan a los establecidos (principalmente desde la propia Demanda). Porque hay dinámicas nuevas, que retan a las establecidas. Y ambos, actores y dinámicas, no son controlables. Y eso no es una crisis. Es una revolución. Si no nos damos cuenta, si no logramos aplicar los nuevos valores predominantes al modelo turístico, si no logramos una transformación de mentalidad acorde con los mismos, la revolución será dura. Y una economía como España, que tiene al turismo como principal fuente de riqueza, no puede permitirse semejante dureza.
Con esta serie de posts que hoy empezamos, queremos hacer un llamamiento para activar las fuerzas necesarias que, desde la Oferta, puedan y deban liderar esta revolución.
En este primer post, queremos enunciar los valores que entendemos como característicos de la Nueva Sociedad, y que ya están latentes en parte de la Demanda. Valores que son necesarios que se impregnen en la Oferta, en los modelos de gestión de destinos, de empresas y de personas. Sólo entendiendo los valores que subyacen en la Nueva Sociedad, podemos adaptarnos al nuevo escenario, independientemente de cambios coyunturales. Sin ánimo de ser excluyentes y exactos, enunciamos los 15 valores que entendemos que deben adoptar los Actores en el Nuevo Modelo:
1. Personas. Son el eje de la Nueva Sociedad. La Sociedad, el Mercado, están compuesto por Personas. Entender esto y darle el valor principal, por encima de todo tipo de Actores, Instituciones, Estructuras, algoritmos, “medias” y “modas”, es clave.
2. Conexión. No existen estructuras e instituciones que no sean un ensamblado de Personas conectadas. La capacidad de conexión es un valor predominante para poder dar lógica a las nuevas estructuras y actores de la Sociedad Red. Sólo quienes sepan estar conectados, podrán adaptarse al Nuevo Modelo.
3. Pertenencia. El sentimiento de pertenencia es el “pegamento” de las Personas en las Nuevas Instituciones y Actores de la Sociedad y el Mercado. La obligación y la intimidación de pertenecer a modelos tradicionales, debe dar paso a un Sentimiento de Valor que se ve reflejado en la idea de Pertenencia.
4. Transparencia. La transparencia es la objetividad del Nuevo Modelo. Se pasa de competir, en el Modelo pasado, para lograr asimetrías que permitiesen un poder de Mercado, a competir para no sólo lograr, sino mostrar, la máxima transparencia para, con ella, poder tener mayor posición y visibilidad en el Mercado.
5. Apertura del Conocimiento. Si el conocimiento es el motor y gasolina que desarrolla el Nuevo Modelo, crear valor en torno a su Escasez es incongruente e ilógico. Las Personas y Actores deben cambiar sus dinámicas para desarrollar valor en la Abundancia. Sólo de esta forma, estaremos asegurando la competitividad y sostenibilidad del Modelo.
6. Co-(co-laboración; co-creación; co-operación; …). El apoyo “entre pares”, para el desarrollo de cualquier actividad, es un valor clave del Nuevo Modelo. Aquellos Actores que sepan adaptarse a esta característica y desarrollar ideas, propuestas y nuevos modelos de valor sobre la Co-, serán los que se adapten de forma permanente al Nuevo Modelo.
7. Liderazgo. El Nuevo Modelo necesita de líderes. Pero de Líderes comprometidos y aceptados voluntariamente por las Personas y Actores. Líderes volátiles y flexibles según el valor aceptado. Los Actores que quieran seguir liderando desde la Estructura, y no desde el Valor, no tendrán posibilidad de adaptación. Y un Actor sin líderes, tendrá poca posibilidad de supervivencia en el Nuevo Modelo.
8. Responsabilidad. Como algo inherente a la propia actividad. Responsabilidad al Medio Ambiente, a la Sociedad y a las propias dinámicas económicas para que sean sostenibles. Y no es un valor complementario “extra”, sino que debe ser un valor central por donde pivoten las acciones de los Actores.
9. Valentía. No hay miedo al error. Porque el error es un gran aprendizaje. El cambio es continuo, no hay verdades absolutas ni perdurables, por lo que la capacidad para adelantarse y equivocarse, es un valor inherente de los Actores que se adaptan al Nuevo Modelo.
10. Inconformismo. Porque nunca has llegado a la meta. La duda y reto continuo es el sinónimo de éxito en el Nuevo Modelo, y no la estabilidad de la inercia. Saber asumir ese valor, siempre desde la acción y no desde la parálisis de la búsqueda de la excelencia, es un factor clave para adaptarse al Nuevo Modelo.
11. Aprendizaje. Continuo y permanente. De las Personas y de los Actores. Porque sólo con la capacidad de absorber y retroalimentar de forma continua todo el conocimiento nuevo, podemos mantenernos en el Nuevo Modelo.
12. Curiosidad. La capacidad para explorar lo desconocido que aporte nuevos caminos y formas de hacer las cosas, y saber aplicarlas a su situación y entorno, es un valor inherente a los Actores adaptados al Nuevo Modelo.
13. Diversidad. Rodearse de conocimiento y Actores diferentes, con distintas percepciones y know how, es un valor fundamental para poder avanzar y adelantarse a la adaptación al Nuevo Modelo. La “endogamia” de la especialización y “retroalimentación viciosa” entre semejantes, es un valor del Modelo pasado que puede ser un freno a la transformación.
14. Humildad. Porque todos tenemos nuestras limitaciones de acción y conocimiento. Nadie es capaz de saber y actuar en Todo. Todos necesitamos de todos, y sólo desde esa perspectiva de valor mutuo, podemos adaptarnos al Nuevo Modelo.
15. Diálogo. Porque las Personas dialogan, conversan y escuchan. Es la única forma de poder desarrollar valores Co-, de aprender, de absorber el conocimiento abierto,…Sólo así, desde la capacidad de diálogo, pueden los Actores adaptarse al Nuevo Modelo.
Alf Castellano & Edu William
Tourism Revolution Workers